domingo, 7 de junio de 2009

El mundo al revés

Una de las cosas curiosas que te sorprenden al llegar a Madrid es el Metro. No por su mayor cantidad de líneas, comparado con el de Barcelona, por la estrechez de los vagones o por la longitud de los recorridos. Será por costumbre, aunque ya en mis últimos meses en Barcelona no utilizaba mucho el transporte público, pero recuerdo que al principio aquí en Madrid la inercia cuando entraba en el Metro en busca de las escaleras automáticas era dirigirme al lado derecho del pasillo. ¡Error! Aquí las escaleras están situadas a la izquierda.

Y no queda ahí la cosa: nos situamos en el andén, y cuando el cronómetro que indica cuánto tiempo resta para que llegue el tren nos dice que está a punto de entrar a la estación, ¿hacia qué lado miramos? Efectivamente, se distingue a un novato catalán en Madrid cuando éste dirige su mirada hacia el lado izquierdo del andén. Pero aquí, en Madrid, los trenes del Metro recorren su trayecto de derecha a izquierda.

Lo que no cambia entre las dos grandes ciudades de nuestro país es la posición en las escaleras. Me explico: ¿dónde nos situamos cuando subimos las escaleras automáticas si queremos que sea la fuerza de las mismas la que nos impulse hacia arriba? A la derecha, dejando libre el lado izquierdo de éstas para que los que van con prisas nos adelanten. ¿Y por qué? Una simple norma de circulación, un hábito que adquirimos y aprendemos desde pequeños y que más tarde lo practicamos en la carretera.

En algunos países, como Inglaterra o Irlanda, la cosa cambia. La costumbre de circular por la izquierda cambia los hábitos como nuestra situación en parado en las escaleras automáticas. Ésto ha supuesto un conflicto de intereses en mi buena amiga Dúnia. Ella pasó el año anterior nueve meses en Dublín, y además del idioma, adquirió otros hábitos. El resultado: tiene por costumbre bloquear a los estresados que van con prisa colocándose en la parte izquierda de las escaleras, inmóvil. Lo curioso, que todavía no se ha desecho del hábito anglosajón. Y como prueba, adjunto una foto que lo demuestra.

2 lectores no se muerden la lengua:

Nel dijo...

Dunia, yo no jugaría con los trabajadores que vienen con las prisas por detrás. . .XD

Apartateeeee hijaaaaaaaaaaaa miaaa XD

Raúl Morón Muñoz dijo...

El quid de la cuestión es que somos los que estamos bien colocados la que le avisamos. Eso sí, ya poco a poco ha ido haciendo avances y ahora algunas veces al menos se coloca de frente para comprobar que no baja nadie... Qué daño hacen los ingleses... xD