miércoles, 31 de marzo de 2010

Una parada en Lisboa


Esta intensa semana llega a su fin con un buen colofón, como no podía ser menos. Después de la timba de pocha que montamos el lunes, la media garganta que me dejé en el fondo de Vistalegre el martes (vídeo del ambiente aquí) y la noche de Champions que nos espera hoy; mañana viajo a Lisboa para ver en directo la ida de los cuartos de final de la Europa League, entre el Benfica y el Liverpool.

Viajo con la peña oficial del Liverpool FC en la capital, Madrid Reds, de la que soy miembro desde principios de este año gracias a un colega del ya desaparecido Periodistas Fútbol Club. Salimos de Madrid mañana jueves a las 9:00 de la mañana para llegar a Lisboa a la hora de comer, hacer de buen hooligan (eso implica muchas cervezas) y hacernos fuertes en el Estadio A Luz.

Fotos, vídeos y demás historias a la vuelta aquí.

You'll never walk alone.

jueves, 25 de marzo de 2010

Verborrea sin sentido


Creedme, tengo mucho tiempo para reflexionar. Imagináos cuánto que últimamente me parece atractivo leer algún artículo sobre política. Para despertar todavía más vuestro estupor, quisiera comentaros que desde hace unos días me he convertido en fan del blog El ojo izquierdo, de José María Izquierdo (como anillo al dedo, oye). Alguien que describe su propia creación con una palabra tan exquisita como "Catavenenos" promete.

Al margen, debo reconocer que llegué a pensar que me había equivocado al escribir la anterior entrada -Un caso de dislalia en Teledeporte-, aunque se me pasó a los pocos segundos. Quizás pude parecer cruel. Esperad, cruel no es la palabra correcta, mejor lo califico de impersonal a secas, en cuanto a su significado de distancia se refiere; ya que no suelo ser tan directo cuando critico en persona. ¿Cobardía? Quizás, aunque como no lo conozco puedo decir lo que me sale del chichinabo (esta palabra existe en la RAE, ¿a que parece increíble?). En realidad este párrafo no es para remitir mis disculpas, ya que en ningún momento quise respaldar la idea de que me hubiera convertido en un inquisidor de los que sufren dislalias. ¿Aclarado?

Recupero mi autoreflexión de mis reflexiones. Estos días me he preguntado si despiadados asesinos que se transformaron en esto antes habrían sido personas normales sin ninguna obra al otro lado de su pared que les trastocaran sus sentidos a base de insistentes golpes desde las 9 de la mañana; apreciando a su vez que perdían la concentración y se les agudizaba el oído, sensibilizado sobre todo ante este tipo de impactos. Tranquilos, he dado con una solución: o el satánico álbum "The Number of the Beast" de Iron Maiden a todo trapo o una huída a tiempo a un bar silencioso. Esta segunda opción conlleva un coste aproximado entre los 1,5 a los 5 euros; según la cantidad de café ingerida. No me importa, he creído mejor pagar este precio que una condena judicial.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Un caso de dislalia en Teledeporte

Como muchos sabéis, una de mis verdaderas pasiones dentro de mi vocación es la narración deportiva. He disfrutado con ello, y espero en un futuro volverlo a hacer; pero no he empezado a escribir este texto para ponerme melancólico. Escribo este texto para ser crítico, una vez más.

Esta tarde-noche, he sufrido una contínua crispación al escuchar al narrador de Teledeporte (editado: Pere Ferreras es su nombre; encargado de narrar toda la eliminatoria. ¡Gracias Iñaki!), durante la retransmisión del Regal Barça-Real Madrid de Euroliga. Este periodista (quiero pensar) ha sido el narrador y conductor de este evento para este canal nacional y no voy a hablar de sus errores, sino del error del responsable que le ha encargado esta tarea. Me voy a explicar.

A ningún responsable de ninguna empresa se le encargaría la brillante idea de colocar en el área económica de su entidad a un profesional que no supiera sumar para que llevase las cuentas. Como nadie, con dos dedos de frente, se tumbaría en la camilla de un hospital para ser operado a manos de un cirujano que no supiera utilizar un bisturí.

Entonces, no entiendo la razón que le ha llevado al responsable de deportes de RTVE a dejar que un partido tan importante como el de hoy haya sido narrado por una persona que no pronuncia correctamente la letra erre. Quede claro que con esto no pretendo atacar ni mofarme de la dislalia (más información aquí) que padece el compañero de Teledeporte.

Sinceramente, estos casos me hierven la sangre. Y más, a sabiendas que es un problema que puede tratarse con ejercicios si es de tipo funcional. Como periodista, y más aún como periodista en el paro, me enfurece. La dislalia es un problema que merece todo mi respeto, pero todos debemos ser conscientes de nuestras limitaciones y nuestras deficiencias. Yo jamás me presentaría a un concurso de belleza, por ejemplo.
PD: La imagen que ilustra este post no tiene mucho que ver con el tema, pero me ha parecido graciosa. Mejor eso que poner un mono Koala con cara de póker.

lunes, 22 de marzo de 2010

Un suspiro, sólo eso

La vida nos puede cambiar a todos en un suspiro. En milésimas de segundos se pueden tomar decisiones acertadas, o no. A veces, la indecisión nos obliga a desviar la idea original, apartando a un lado la posibilidad de conocer qué leches hubiera sucedido si hubiéramos elegido la otra opción.

He tomado muchas decisiones en mi vida desde que salí de la facultad. Son aquellas a las que hoy miro a la cara y sé que he aprendido, de una forma u otra, al tomarlas.

Llevo algunas mañanas despertándome con la sensación de que debo tomar una decisión. El problema es que no sé de dónde deriva, ni qué opciones tengo realmente.

Quizás sea mañana, o pasado, o dentro de unos meses cuando un simple suspiro cambie mi rumbo.

viernes, 12 de marzo de 2010

La defunción de la prensa deportiva

Un lector del recomendable blog La libreta de Van Gaal ha plasmado a la perfección el pensamiento madridista acerca del director del diario más vendido de España (y no sólo deportivo, del MÁS vendido por encima de El País o El Mundo). Eduardo Inda representa todo aquello que no queremos en el periodismo. Valoración, campañas, manipulación, mentiras, soberbia.

Como amante del fútbol y del periodismo me indigna ver en lo que se ha convertido la prensa deportiva. Independientemente de mis sentimientos hacia un equipo u otro. Y me duele todavía más porque llevo pensando toda mi vida en que éste es mi sitio. Me duele ver que la prensa deportiva se ha convertido en una guerra abierta entre los directores de los dos periódicos deportivos más vendidos, Inda y Relaño (Marca y AS); me duele ver que los valores del periodismo se han perdido en cada artículo, me duele ver que ya ni se pretende conservar un ápice de objetividad, me duele que en lugar de informar se manipule, se hagan campañas e incluso que se mienta.

Odio que, hoy por hoy, la prensa deportiva esté a la altura de la prensa rosa. Odio escuchar a gente como Roberto Gómez, leer a forofos como Tomás Roncero, o ver como el informativo deportivo más seguido lo dirigen dos personajes que se han olvidado cómo tratar a un invitado, por muy en desacuerdo que se esté con él.
Esto es una mierda, una auténtica mierda.

lunes, 8 de marzo de 2010

Como liarla parda haciendo una tortilla de patatas

Ingredientes:
3 Patatas, 5 huevos, aceite y sal.
Lugar:
Cocina del San Nazario Klan, con la inestimable colaboración de una invitada especial, la riojana Lara Muga.
Hora:
Aproximadamente las tres de la tarde, buena hora para comenzar a preparar una comida para parados.
Daños ocasionados: Una sartén rota, dos huevos destrozados, media capacidad de aceite para reciclar derramado por el desagüe, y un "huevo" en la frente de Lara causado por el golpe contra el radiador de la cocina.

PD: La tortilla estaba exquisita.

martes, 2 de marzo de 2010

El absoluto calvario de la elección

La vida está llena de elecciones, de variopintas posibilidades de seguir adelante, de volver hacia atrás, de quedarte anclado en un lugar y las consecuencias de todo esto es el haber tomado una decisión u otra. Siempre me he apoyado en mi pequeña teoría de que mis elecciones han sido las mejores porque así era como tenían que ocurrir las cosas. Porque entre dos senderos siempre he escogido el lúgubre y tenebroso, el más complicado y el que la luz al final del mismo se veía más tenue.

Lo reconozco, siempre me ha gustado complicarme la vida. Complicármela de la forma más sencilla posible, eso sí, si me permitís la incongruencia. Por eso decidí que dentro de mi carrera profesional yo tenía que seguir en mis trece y dedicarme al periodismo deportivo, esa rama en la que desde dentro existe tanto mamoneo y en la que desde fuera se nos ve como unos apestados. Pero qué coño, yo no me veía haciendo perfiles del nuevo ministro de Cultura o hablando sobre el conflicto del Sahara Occidental.

Pero aquí estoy, con un currículum copado de experiencia en este sector y chupando del bote del INEM, en contra de mi voluntad. Licenciado desde 2007, con un Master y viviendo en la ciudad donde teóricamente existen más salidas laborales del país. Es momento de una nueva elección.

¿Qué hacer ahora? ¿Esperar? ¿Volver? ¿Cambiar mi ubicación en el mapa? Sigo sin tener ninguna duda de que lo que escoja será la mejor vía para avanzar, pero hasta que sepa cuál es y dé el paso los días pueden convertirse en un auténtico calvario. De posibilidades, como decía, está la vida llena, aunque la vida no esté en este momento todo lo apetecible que podría estar.

Quisiera dedicar parte de mi variopinta reflexión (mil perdones) a un pequeño guiño a una persona que también se encuentra en esta situación. ¿Cuál es el mejor camino? A pesar de lo que haya dicho líneas atrás, el mejor camino es el único que te hace palpitar de verdad cuando te ves recorriéndolo. Ya puede ser largo, tenebroso, difícil... pero es donde vas a disfrutar sin echar la vista atrás.