Caprichos del cruel y retorcido destino, Jarque también iba a ser padre en pocos meses, como Antonio. Falleció hablando con su pareja, días después de lucir el brazalete de capitán en el partido que abría una nueva etapa en el Espanyol, con la inauguración del nuevo estadio. Otra pérdida incomprensible, otra pérdida que llena de dolor el mundo del fútbol y del deporte. Quisiera experesar mi apoyo a la família, amigos y a todos los miembros del RCD Espanyol.
Descansa en paz, Dani.
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