Un gran poeta es el que me anima
a escribir, éstos, mis primeros versos
qué más dará si quedan obsoletos
si métrica ni rima se lastiman.
Y si alguien, mire usted, se arrima
a leer por mi blog estos sonetos
le diré, tronco, que no quiero besos
sí visitas, que me dan menos grima.
A un maestro, un figura, Sabina
le debo yo, ésta, mi inspiración
la volcaré con tinta y cafeína.
De Madrid, fútbol y comunicación
rajaré, per se, de canela fina
hasta que me atrincheren en la prisión.
viernes, 21 de agosto de 2009
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