miércoles, 13 de octubre de 2010

El Liverpool FC, en nuevas manos

Es probable que a muchos de mis lectores no les interese este post, y sé que me expongo a que algunos cerréis esta ventana justo después de haber leído el titular. Os entiendo. Pero últimamente mi vida no es tan interesante como para ir contando historias cada día, aunque tenga un par de temas pendientes, por eso hoy vamos a hablar un poco de fútbol.

Esta mañana ha arrancado una nueva era para el Liverpool FC. Los reds, en manos de Tom Hicks y George Gillet desde hace más de dos años y medio, tendrán nuevos dueños en las próximas horas. Así será después de la derrota en un juicio cuyos detalles no explicaré porque no os quiero aburrir para empezar, pero que si tenéis interés podéis consultar los detalles aquí. El consorcio New England Sports Ventures (NESV), propietario del equipo de béisbol de Boston Red Sox, pagará alrededor de 340 millones de euros por el club inglés, con los que se podría saldar la deuda bancaria con el Royal Bank of Scotland (RBS), que al parecer asciende hasta unos 320 millones, entre préstamos e intereses. De esta forma, el principal acreedor no denunciaría a la Premier la incompetencia económica del club de Anfield y el equipo no se verá perjudicado con la pérdida de nueve puntos en el campeonato inglés.

Como algunos ya sabéis, los números no son lo mío, y posiblemente leáis cifras dispares en relación a este asunto. He intentado reflejar con la máxima precisión estas cifras, basándome en lo que he podido ir leyendo estas semanas en varios medios de comunicación ingleses. Lo que sí tengo claro es lo que hubiera significado ese castigo de -9 puntos que le hubieran endosado al equipo, y valorando posibles daños tal y como está la situación (18º, con 6 puntos después de 7 jornadas), ésta es la mejor noticia que ha podido tener el Liverpool en los últimos meses.

¿Y qué más significa esto? Lamentablemente, todavía no tengo un master en gestión de empresas deportivas, por lo que desconozco hasta que me lo cuenten lo que, además de tapar algunos agujeros e impedir el castigo de los puntos, supone la llegada de nuevos dueños al club. Servirá para desenrarecer el ambiente, si me permitís el palabro. La afición no visitaba a gusto Anfield, y no sólo por la situación deportiva del equipo (en constante descenso) sino porque entendía que Hicks y Gillet no estaban gestionando de la mejor forma su club. Los intereses personales, y no los del equipo del Mersey, estaban por delante. Así pues, carpetazo al asunto y a mirar hacia otro lado, aunque solo el tiempo nos dirá si será un cambio a mejor o a peor.

Entre los objetivos de NESV están los de sanar económicamente el club y construir un nuevo estadio, una promesa que ya hicieron los antiguos norteamericanos y que nunca se llevó a cabo. Una nueva casa para el Liverpool que, lógicamente, ayudaría a aupar la economía del club, además de instalar los cimientos para un crecimiento deportivo. Solo cabe esperar que, aunque parezca inaudito, los nuevos dueños miren a la grada y a los jugadores y no a su propia cartera. Sólo así se empezarán a hacer las cosas bien.

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