
Para embadurnaros de piropos ya habrán otras entradas, que ahora me quiero centrar en dar la bienvenida al nuevo diseño, a un nuevo concepto de blog. Ya se sabe, renovar o morir. Y para qué engañarme a mí mismo al pensar que no tengo tiempo de actualizar mínimamente una historia de forma puntual, o que lo último que me apetece es seguir sentado delante del ordenador, escribiendo. Si en definitiva, en eso consiste gran parte de mi día a día.
Supongo que es una época de cambios, para todos. Se viven momentos duros, se avecinan peores. Y hay que decidir. Pensar rápido. Tomar desvíos. Pero a la vez evitar perderte, por muchas dificultades que existan, experiencias y vivencias que realmente puedan merecer la pena. Madrid es una de ellas, a pesar de algunas adversidades. Porque luego te das cuenta de que hay muchas, muchas cosas excelentes.
0 lectores no se muerden la lengua:
Publicar un comentario