martes, 10 de marzo de 2009

Una puta broma


Hoy no tengo ganas de escribir. Al menos, de lo que me toca. Tengo una entrada pendiente para publicar en este humilde lugar, pero lo dejaré para mañana que tendré, seguro, mucho mejor humor. Hay muchas cosas que me pueden hacer cambiar de estado de ánimo, y una de ellas es el fútbol. No es que me dure mucho, pero me habéis cogido precisamente en la Hora H, aquella en la que repaso lo que acabo de ver por televisión.

¿Habéis visto el Liverpool-Real Madrid? Menuda bromita de equipo que tenemos. Que tengo, perdón, que ya se me olvidaba que la mayoría de mis lectores son culés (alguna la hay desviada también). Lo mejor de toda la noche futbolístico-europea, que quien nos ha eliminado ha sido el Liverpool. Ese equipo que despertó mi interés hace ya algunos años atrás, cuando descubrí lo que era The Kop, cuando descubrí la letra del You'll never walk alone, cuando descubrí que en Inglaterra existe un estadio llamado Anfield.

Me acabó de enamorar en aquella final de Champions de 2005 contra el Milan, en Estambul. He estado cerca, muy cerca de vivir un partido de fútbol en Anfield. Lo haré, en breve espero, es una autopromesa que no puedo dejar de cumplir. Hoy el Madrid ha caído en este emblemático estadio, y estoy cabreado por la imagen que hemos dado. Pero me alegro por los reds, porque su historia, su himno y su afición siempre me pone la piel de gallina, como pocas cosas. Mañana, más.

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