martes, 13 de julio de 2010

Un recuerdo para toda la vida

Me recordaré siempre en la esquina izquierda de mi sofá, ataviado con la camiseta de la selección española que vistieron en el Mundial 2006, con un ojo mirando al ordenador y otro a la televisión. Me pasé la final del Mundial de Sudáfrica 2010 describiendo minuto a minuto lo que acontecía sobre la alfombra del Soccer City, a más de 10.000 kilómetros de distancia. Más tarde, con la euforia desatada, escribí una crónica desde la razón y el corazón, una crónica que no pasará a la historia.

Lo que sí ha pasado a la historia y recordaré toda mi vida ha sido este 11 de julio. Yo, amante del fútbol desde que empecé a tener conocimiento del mismo, viendo como la selección de mi país se proclamaba campeona del Mundo por primera vez en su historia.

Recordaré siempre a mis padres abrazándose tras el gol de Iniesta. A los amigos que estaban en mi casa levantándose de sus asientos. Me recordaré gritando como un descosido el gol que nos haría campeones, casi estrellándome contra la ventana del balcón, con los ojos medio acristalados de la emoción. Los abrazos posteriores, las felicitaciones, la alegría desbordada en las calles de Barcelona.

Recordaré la caminata que me pegué junto a mi jefe de la agencia desde el Paseo de Colón hasta la Plaza España. El rojo estaba en todas partes. Recordaré esa cerveza fría a mitad de camino, con la que repasamos varios momentos del partido. Balance de la historia. Somos campeones del Mundo, eso no nos lo quita nadie. Tengo ganas de ver a mi abuelo, que fue quien encendió en mí esta pasión por el fútbol y por el deporte en general, y pegarle un abrazo y decirle que me acordé en todo momento de él. Ya no está para muchos trotes, pero seguro que pegó un bote desde su sofá más grande que el mío. También lo recordaré, como si lo hubiera vivido.

2 lectores no se muerden la lengua:

Nel dijo...

Grande, muy grande.

gonzalo dijo...

Mamon, se me han empañado los ojos leyendote...
Un abrazo, sigue asi.