martes, 5 de octubre de 2010

Like a bird


Hacía años que no subía a la montaña del Tibidabo. A más de 500 metros por encima del nivel del mar se ven las cosas mucho más claras. Y no sólo la panorámica de la ciudad, parece que las alturas también ayudan a reflexionar.

Sin embargo, echo en falta que de vez en cuando podamos vernos a nosotros mismos desde una altura similar, y ver tan claramente la organización de nuestra propia vida. Como desde el Tibidabo, que se aprecia claramente la disposición de la ciudad, las vías principales y los puntos neurálgicos de Barcelona. Así me gustaría ver mi vida de vez en cuando, para ver con claridad qué está mal, qué es lo que falta, o lo que sobra. Me ayudaría a saber cómo actuar.

1 lectores no se muerden la lengua:

Nel dijo...

Coincido 100% bro